Promovemos iniciativas para un mundo posible
Conocé más sobre nosotros
La Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (CAPBA) es una entidad sin fines de lucro, de competencia transnacional, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Las Naciones Unidas (ONU), y creada para promover el uso sostenible de los biocombustibles y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo al cumplimiento de metas de descarbonización y a la diversificación de la matriz energética global.
Representamos el interés general frente a las autoridades nacionales, provinciales, municipales, gobiernos extranjeros, organismos nacionales e internacionales, foros y organizaciones no gubernamentales.
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La Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (CAPBA) es una entidad sin fines de lucro, de competencia transnacional, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Las Naciones Unidas (ONU), y creada para promover el uso sostenible de los biocombustibles y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo al cumplimiento de metas de descarbonización y a la diversificación de la matriz energética global.
Representamos el interés general frente a las autoridades nacionales, provinciales, municipales, gobiernos extranjeros, organismos nacionales e internacionales, foros y organizaciones no gubernamentales.
¿Qué hacemos?
Investigamos alternativas para la generación y el uso de biocombustibles avanzados, producidos a partir de desechos y residuos.
Generamos, analizamos, buscamos y procesamos la información del sector y su contexto. Desarrollamos reportes y otros documentos.
Capacitamos, divulgamos, difundimos y asesoramos en temas vinculados con diversas dimensiones de la energía sostenible: mercado, tecnologías de producción, aplicaciones, regulaciones, sostenibilidad y cálculo de huella de carbono, entre otros.
Trabajamos con los esquemas de certificación internacionales de trazabilidad y metodología de cálculo de huella de carbono y análisis de ciclo de vida, tarea que le permite a las empresas productoras y/o comercializadoras tramitar, a través de CAPBA, las certificaciones requeridas para validar las características de sustentabilidad y acceder a beneficios, tales como el double counting, en la exportación de estos biocombustibles y/o de las materias primas utilizadas para su producción.
Nuestro equipo
Axel Boerr
Presidente
Erik Bazarian
Vicepresidente
Hilarión Del Olmo
Secretario
Agustina Mendiburu
Legales y Regulaciones
Ignacio Leone
Producción y Sostenibilidad
¿Qué son los biocombustibles?
A diferencia de los combustibles fósiles, derivados del petróleo y del gas natural, los biocombustibles son producidos a partir de materias primas renovables, denominadas biomasa, en cuyo ciclo de vida (desde la originación de la materia prima al quemado del combustible), ahorran entre 60% y 90% de emisiones de gases de efecto invernadero (expresadas como dióxido de carbono equivalente) en comparación con los primeros.
El uso de residuos para la fabricación de biocombustibles promueve la economía circular y reduce el impacto de dichos residuos en el medio ambiente.
Los biocombustibles son considerados complementarios (o sustitutos) de los combustibles fósiles, pudiéndose utilizar aprovechando la infraestructura (motores de combustión interna, redes de distribución, etc.) existente. Esta capacidad de sustitución directa puede ayudar a una rápida descarbonización de sectores de compleja electrificación tales como la aviación, el transporte pesado y el marítimo.
¿Cómo se clasifican los biocombustibles?
Según el estado de agregación, los biocombustibles pueden ser gaseosos, líquidos o sólidos.
Según la combinatoria entre materias primas y procesos
de producción utilizados, se clasifican en:
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Biodiesel (FAME): Biocombustible líquido producido por transesterificación de triglicéridos con un alcohol (metanol generalmente), tales como los presentes en aceites vegetales (soja, palma, colza, girasol) o en desechos y residuos (aceite usado de cocina, grasas animales, fase orgánica de efluentes de diversas industrias y de efluentes cloacales, entre otros). El biodiesel es complemento (o sustituto) del gasoil fósil.
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Diesel renovable o Hidrobiodiesel (HVO): Biocombustible líquido producido a partir de las mismas materias primas que el anterior, pero a través de procesos químicos catalíticos tales como el hidrotratamiento, el hidrocraqueo y la isomerización. El diesel renovable es complemento (o sustituto) del gasoil fósil. En el proceso de producción de este biocombustible también se obtienen otros como el biopropano, complemento (o sustituto) del propano fósil, la bionafta, complemento (o sustituto) de la nafta fósil y el biokerosene (o SAF), complemento (o sustituto) del kerosene fósil, cuya principal aplicación es como combustible de aviación.
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Bioetanol: Biocombustible líquido producido por fermentación de carbohidratos, tales como los presentes en el almidón de maíz o en la caña de azúcar, o de residuos lignocelulósicos. El bioetanol es complemento (o sustituto) de la nafta fósil para uso automotor.
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Biobutanol: Biocombustible líquido producido por fermentación de biomasa. El biobutanol es complemento (o sustituto) de la nafta fósil para uso en aviación.
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Biogás: Biocombustible gaseoso producido a partir de la fermentación anaeróbica de materia orgánica presente en residuos agrícolas, aguas residuales y residuos urbanos. El biogás es complemento (o sustituto) del gas natural fósil.
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Biomasa sólida: Biocombustibles sólidos, tales como residuos del procesamiento de cereales y oleaginosas (ej.: cáscaras de maní), cuyo quemado directo en calderas permite la generación de energía (calor y electricidad) renovable.
Según el origen y los usos alternativos de las materias primas utilizadas, los biocombustibles se clasifican en:
Biocombustibles de primera generación: Biocombustibles producidos a partir de materias primas de primer uso, y que, en la mayoría de los casos, pueden tener aplicaciones alimenticias, tales como: aceites vegetales (soja, palma, colza, girasol), cereales (maíz, trigo, cebada), caña de azúcar, remolacha, maleza, entre otros.
Biocombustibles de segunda generación: Biocombustibles producidos a partir de desechos y residuos, los cuales, si bien pueden tener aplicaciones alternativas, éstas no pueden ser alimenticias, tales como: aceite usado de cocina, grasas animales, fase orgánica de efluentes industriales, residuos domiciliarios y de efluentes cloacales, residuos agrícolas como el bagazo de caña de azúcar, biomasa forestal, entre otros.
Biocombustibles de tercera generación: Biocombustibles producidos mediante el tratamiento de aceites obtenidos de ciertas variedades de algas, microalgas y especies vegetales de rápido crecimiento y uso no alimentario (carinata, camelina, pongamia), que absorben dióxido de carbono de la atmósfera y lo fijan en su estructura celular.
Biocombustibles de cuarta generación: Aún en proceso experimental, consiste en el uso de bacterias genéticamente modificadas que capturan dióxido de carbono y producen biocombustibles como subproductos de su actividad metabólica (mientras que los seres humanos producimos dióxido de carbono durante nuestra actividad metabólica).
¿Qué son los biocombustibles avanzados?
Los Biocombustibles avanzados son aquellos de segunda o tercera generación que se producen a partir de materias primas cuya conversión requiere de tecnologías hoy en desarrollo o en etapa comercial incipiente. Dichas materias primas son las listadas en el Anexo 9A de la Directiva de Energías Renovables Nº II de la Unión Europea, como por ejemplo: la materia orgánica contenida en efluentes cloacales.
De esta manera, por ejemplo, el biodiesel producido a partir de aceite usado de cocina (llamado UCOME, por: Used Cooking Oil Methil Ester) es un biocombustible de segunda generación, pero no es considerado avanzado dado que la tecnología empleada para su conversión es madura.
Prensa
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